sábado, 4 de octubre de 2008

Censurado.


A plenitud
El deseo humedece los rincones
Sobregiro los pecados
Que en la versatilidad del sexo se desvanecen,
Hasta que resucita y perdona
Al oleo
Los cubiertos
Vajillas de porcelana
Mesa redonda
Dispuesta a todo
Las cosas que no se ven
Cuando se está en la dimensión de lo oculto y bien pronunciado.
Mala suerte, perros y gatos subastados
Vestida de seda
Pequeñas lentejuelas alumbran las noches
Como casa recién pintadas.
Mi vanidad habla, le respondo…
¡Calla!
Obligo a que mis penas las pague el ciervo.
En mi recinto de malditos
Se encuentre…
¡escuchen! Por favor
¡escuchen!
Vine por mi, no lo celebren…
Porque entre decapitados y cabos sueltos
Mi nombre esta escrito.

Mariangel Sanchez