jueves, 21 de agosto de 2008

¿Dónde detenerse?


Después de la montaña quedo yo…
Como un gran paréntesis
En la frase que no escribes.
Después de la tarde vuelven los verdes…
Y entonces, esta voz que me habla…
Quizás azul.
Quizás gris.
Donde no vuelven las sobras de nuestros destinos errados.
El rezo purpura…
Alas de un pájaro cualquiera.
Una sombra que me derrite desde arriba.
Campana
Cemento
Arena…
Sentimos pasos profundos recogerse del asfalto.
Aquí se acaba el camino.
Aunque tus pies me guíen.
No hay un más adelante,
Para el segundo que acaba de morir.
No hay un más adelante,
Para el enigma impreciso de una puerta a mi espalda.
¿Qué callan las estatuas cuando la ciudad está lejana?
Después de la montaña quedo yo…
Mis iras con mis querencias.
Debí nacer ciega…
Para mirar con los ojos de mí sombra,
Sería todo más claro ahora.

Alessandra Coronel