sábado, 7 de junio de 2008

¿Victimas o Victimarios?

El hallazgo de los cuerpos esparcidos
En multitud de ideas.
Paralelas ventanas que baten sus hojas
Al reencuentro del sonido.
Nos perdemos limpiamente en el laberinto
Popular que se extiende sobre la tierra.
Poros de piel de naranja,
Rellenos de vidrios partidos,
La clara imaginación del fuego dispersa
La intención cautiva del verdadero corazón
Planetario.
El universo nos atrapo
Justo en esta esfera,
Como doce mil millones de manos
Que matan,
Desahucian
Y agreden,
Por instinto animal y no humano.
Pero no contemos niños,
Porque sus manos apenas rozan la inocencia
Del viento emergente.
No contemos niños,
Porque apenas sus bocas buscan
El agua que en los ríos de sus sueños
Suenan,
Con piedras,
Pero agua.
Agua que al despertar se seca,
Dejándolos sentados en la tierra
De infinitos fríos,
Amasada con sangre y alma
De un espíritu de instante
Que paso incognito y traslucido,
Como un pensamiento fugitivo de maldad.
Yo lo Repudio!!!
No contemos niños,
Aunque mañana sean algo peor que nosotros-Porque no me excluyo-,
No contemos niños,
Aunque pudieran ser la cruel
Y homogénea sombra que apague nuestras lámparas
Y queme los papeles de la historia.
No contemos niños,
Aunque algunos se conviertan
En el redoble de
Hitler, Mussolini
O Mengele.
No contemos niños,
Aunque otros puedan ser
El más abominable excremento,
Jamás defecado por la humanidad…
Pero les debemos el derecho a la duda.
Creo que mañana lo sabremos,
Cuando lo cuenten nuestros hijos,
O por el grito de sus víctimas.

MIGUEL A. CORONEL.

Ciudadania decadente.





Que ciudad la nuestra ahora,
Carga un peso de muerte, en su joroba de cujies.
Un peso inaguantable…
Inquebrantable…
Como el de una piedra en la frente.
Almas buscando un cuerpo,
Aunque fuese usado…
Aunque fuese mutilado…
No hay inquilinos en esta ciudad de ayeres.
Huele a sangre en una esquina
Y una niña busca algo perdido entre las balas
Quizás sea su alma.
Alguien llora…
Inacabado espíritu de osamenta hedionda…
Los cuervos se nutren
con las conversaciones en la peluquería.
Que ciudadanía tan inactiva habito….
No soy intelectual…
No soy un vagabundo….
No se quien soy….
Pero tengo un sueño.
Hay un bullicio en la calle
Ha comenzado a llover.
Este es un lugar fantasma…
Cuerpo deambulando sigilosos ….
Indolentes…
Sin una gota de sangre
En sus venas del siglo XXI.
Sin un sueño en sus parpados,
Añejo…
Como una ilusión tardía.
Que ciudad la nuestra ahora…
Plazas abandonadas,
Murales de politiquería absurda.
No me siento ciudadana,
Soy de un pueblo doloroso
Donde lloran los cardones
A la sombra de un recuerdo.
Corazón acribillado en las fronteras
De la decadencia.
Alesandra Coronel.