miércoles, 30 de julio de 2008

Bang!



¡Bang!
Para la noche antigua…
Muñecos desarmados y recogidos,
Por el sobresalto de la tierra herida.
al
as de dolencias
Se conjugan entre brazos y piernas desconocidos.
Motivos sin importancia…
¡la bomba estallo a dos metros!
¡Perforaron un corazón!
Armémonos y desarmémonos
Para tener más muñecos armados al amanecer.
No sabrá la vieja tierra
Cuando florezca la ultima primavera.
Y en la noche media…
Cielo de pólvora huracanada,
Otro ¡Bang!
De sepulturas colectivas
Donde se amasan la arena y la sangre inerte.
En un grito de dolor
Que llora la madre
En su oración imperfecta.
Y yo, no te vi desde antes….
Dolor en vertical.
No te vi desde antes…
Cuando te cocían el espíritu con rifles penitentes.
Cuando se escuchaba
La sangre distraída
En una tibia esponja de atmósfera y silencio.
Y te tragabas el anzuelo…
Pez inmóvil…
Voluntario…
Y poderoso…
Pero muerto…
Muerto en el pensamiento.
Suelo de plomo convicto,
Yo no te vi desde antes…
Alemania
Vietnam
Afganistán.
Cuando otros ¡Bang!
Se diluyen con tu noche de hoy
Junto a las lágrimas hambrientas de los niños.
Infancia nacida de una guerra
De umbilical sin recuerdo.
Sin cultura…
Ni palabras…
No sabrá la vieja tierra
Cuando florezca la ultima primavera.
Silencio flechado de sol.
Un trozo de marfil
Hecho ilusión y musa redoblada.
Un rumor de albas
Con demonios peregrinos.





Alessandra Coronel.