sábado, 7 de junio de 2008

Ciudadania decadente.





Que ciudad la nuestra ahora,
Carga un peso de muerte, en su joroba de cujies.
Un peso inaguantable…
Inquebrantable…
Como el de una piedra en la frente.
Almas buscando un cuerpo,
Aunque fuese usado…
Aunque fuese mutilado…
No hay inquilinos en esta ciudad de ayeres.
Huele a sangre en una esquina
Y una niña busca algo perdido entre las balas
Quizás sea su alma.
Alguien llora…
Inacabado espíritu de osamenta hedionda…
Los cuervos se nutren
con las conversaciones en la peluquería.
Que ciudadanía tan inactiva habito….
No soy intelectual…
No soy un vagabundo….
No se quien soy….
Pero tengo un sueño.
Hay un bullicio en la calle
Ha comenzado a llover.
Este es un lugar fantasma…
Cuerpo deambulando sigilosos ….
Indolentes…
Sin una gota de sangre
En sus venas del siglo XXI.
Sin un sueño en sus parpados,
Añejo…
Como una ilusión tardía.
Que ciudad la nuestra ahora…
Plazas abandonadas,
Murales de politiquería absurda.
No me siento ciudadana,
Soy de un pueblo doloroso
Donde lloran los cardones
A la sombra de un recuerdo.
Corazón acribillado en las fronteras
De la decadencia.
Alesandra Coronel.

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