viernes, 18 de julio de 2008

Despues de las fronteras.


Abro paso en lo deshabitado
Un libro viejo en la tierra seca.
La claridad se escapa de mis manos,
Solo me acompaña a apagarme o incendiarme
Un niño y una vela casi derretida.
Búsqueda…
Cielos…
Trozos…
Camino entre la multitud,
Pero no logran verme.
Estoy como el viento, un poco sucia y casi desnuda.
Infiltrada en una ciudad desconocida.
Alguien viene….
Se acerca…
Pasos…
Suspiros.
Veo el fondo de este charco.
Y mis pies están encadenados,
Parece que soy palabra, haciendo un pacto con el olvido.
Mis ojos están vendados
Uno solo esta vivo, el otro se perdió en la selva,
O en la carta que escribo sin destino.
Suena el teléfono…
Un cristofué canta su última tarde.
Se cae la llamada….
Salgo corriendo ,como escapando de un diablo suelto.
Me regalan un poco de suerte…
el odio aborta…
y lanzan unas cinco monedas.
Mi vida conspira con la intriga…
Y me dan otras cinco mas.
Esto es lo que soy
Y me he convertido,
Una niña envuelta en terciopelo y veneno.
Una sombra tibia traspasando las fronteras.
Y se evapora….
Se evapora.
Dejo contigo la esperanza de un beso a plena lluvia.
Con ella mi cuerpo,
Una sepultura de indios muertos.
Blancos…
Rosados…
Amarillos…
Morados…
No lo sé.
Tal vez fueron un intermedio entre sol y luna.
O tal vez fui yo multiplicada entre espejos.
Cajas atadas con senos multicolores,
Ya casi muertos…
Ya casi míos…
De imprevisto se me pierde la memoria en las montañas,
y descubro que en un hoy…un mañana…
después terminare siendo como Miranda…
un Quijote sin locura.

Mariangel Sanchez.

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